El catálogo de tartas de cumpleaños es bastante variado: tarta de pollo, de pescado, una hamburguesa picante, una de salchichas o una de pavo. La comida es 100% natural, por lo que la pueden comer los humanos. Cuando el cumpleaños termina, si ha sobrado comida se la lleva el dueño, y en muchas ocasiones «se la zampa él en vez del perro», afirma Mercedes. Además, hay dos tamaños de tarta, la mediana de 300 gramos, o la grande de 600 gramos.

El precio de la celebración depende de si los perros son «alumnos o no». Si no lo son, el precio ronda los 40 euros. Si forman parte de la clase y tienen el bono de guardería, al «alumno» y a su dueño solo se le cobra el precio de la tarta, que oscila entre 18 y 26 euros.

 

El concepto de Coleguau es totalmente diferente al de una guardería canina. Todo surge de los viajes de Manuel a EEUU y Japón. Desde allí trajo la idea de este tipo de centros distintos a cualquier otro de Europa: «Tenemos un alumno que pasa seis meses en Jerez y seis meses en Roma, y está buscando en Roma algo parecido a esto y dice que es imposible, que no lo encuentra.»

Coleguau no solo celebra cumpleaños. Y tampoco todo se reduce al cuidado, sino que también se educa a los perros. Tienen un programa de educación y cada día tienen una actividad diferente: pintan cuadros, hacen cerámica, sesiones de cine o tienen clases de obediencia. 

Su profesora finlandesa también es importante para los «alumnos». Ella viene dos días a la semana y hace con ellos alguna actividad relacionada con la relajación y técnicas orientales: yoga – al que llaman doga-, reiki, sanación de cristales o relajación tibetana.

Además, cada mes tienen una fiesta temática: «Hemos llegado a meter una piscina aquí dentro del local en nuestra fiesta ‘Vaya vaya, aquí no hay playa’», asegura Mercedes. También han celebrado Hallodogween o los carnavales. Ahora, todos se preparan para la feria de Jerez. El local de Coleguau se transformará de aquí a tan solo unos días en una caseta de feria, con sus farolillos y toda la decoración flamenca. Todas las fiestas temáticas son retransmitidas por su perfil de instagram: @coleguauu.

«Ellos tienen sus notas escolares, sus agendas y en junio hacen su fiesta de graduación. Hacen hasta su baile de fin de curso», afirma Manuel. Los dueños también tienen lo que no puede faltar en un colegio, un grupo de WhatsApp. Pero en este caso, es muy diferente: «Cada dueño tiene un grupo con los profesores, donde solo están ellos y los profesores. Durante el día se les envía fotos, comentarios y vídeos con las actividades que hacen», nos cuenta Mercedes.

Según Statista, en España, en 2021 había un total de 9,3 millones de perros como animales de compañía. Esta cifra es aproximadamente el doble que la que figuraba en 2010. De hecho, en España hay más perros que niños. En algunas provincias hay incluso el doble de canes que menores de entre 0 a 17 años. Manuel afirma que en Jerez se ha notado mucho este incremento. Con una población de 212.730 jerezanos, hay censados 64.000 perros.

«No solo hemos notado el incremento, sino también que la gente cada vez más se preocupa por la salud de su perro. Cada vez tenemos más información y los dueños quieren lo mejor para su perro, porque en realidad es un miembro más de su familia», corrobora Mercedes.

A pesar de ello, el abandono de perros sigue siendo un problema en España. Coleguau también está implicado en esta realidad social. Ellos se comprometen con los que adopten a un perro a ayudarlos con su adaptación y a ofrecerles consejos. Además, permiten el acceso gratuito a estas mascotas durante los primeros meses.

Mercedes y Manuel son los propietarios, pero el director del centro es Hugo, su perro: «Un perro te ofrece un amor incondicional, te ofrecen lealtad. Siempre están contigo y se dan cuenta de cuándo estás mal». Enamorados de su perro y también director del centro en el que trabajan, ambos ya piensan en nuevas actividades para el próximo curso.