Para algunas mascotas, la hora de tomar un baño puede resultar un momento difícil. Este parece ser el caso de un perrito llamado Fin, pues a pesar de que enfrenta con valentía el momento en que debe ducharse, parece preocuparse bastante por su madre humana cuando ella debe hacer lo propio.
Cada vez que la mujer va al baño a tomar una ducha, Fin se pone muy atento para intentar que su madre le abra la puerta. Aunque la razón no está bastante clara, es posible que sea porque él no se siente muy seguro en el agua y cree que su humana tampoco.
Puede que sea el ruido del agua cayendo, o bien el tiempo que pasa la mujer encerrada en el lugar, pero cada vez que va a ducharse, el perrito intenta que la mujer abra la puerta para ir a supervisar su estado.
Según dio a conocer Vee Thayer, la madre humana del pequeño Fin, cada día el perro se ingenia un nuevo método. Pues la forma en la que el can intenta que le abran la puerta es llevando consigo un objeto como especie de obsequio que pone en el piso frente a ella.
La mujer afirmó que cada vez que abre el agua de la ducha, escucha a su perro correteando fuera de la habitación. Pues Fin le lleva todo tipo de objetos del hogar, pero cada día es uno diferente.
Vee Thayer aclaró que cuando Fin adoptó esta actitud, ella no estaba muy segura de cómo tomarlo. Pero con el paso del tiempo se dio cuenta de que no era algo negativo. Ahora está a la expectativa de qué le aguardará fuera de la puerta cada vez que termine de ducharse.
El prometido de la mujer le contó que mientras ella toma una ducha, su mascota comienza a buscar artículos para llevarlos hasta la puerta. Algunas veces se trata de varios objetos diferentes, mientras que otras veces solo lleva un elemento en particular.
Sin embargo, la reacción del animal cada vez que Vee termina de ducharse es la misma. Pues Fin parece estar muy atento a cómo se tomará su madre lo que ha encontrado, como si se preocupara por haber hecho la elección correcta para el obsequio del día.
La mujer se toma el momento de revisar cada elemento y felicitar a su perro, para darle el mérito que se merece por su esfuerzo. Hasta ahora Fin continúa llevando un nuevo objeto cada vez que su mamá va a ducharse, y aunque no parece que vaya a detenerse, nadie quiere que lo haga realmente.